El vestidor puede ser la estancia del hogar que mayor placer aporta a un amante de la ropa, la moda y las tendencias. Este íntimo lugar nos permite imprimir cierto orden en nuestros vestidos para sentirse cómoda a la hora de elegir la prenda perfecta. Por desgracia un vestidor requiere bastante espacio y no es la opción más aconsejable en las nuevas viviendas con reducidas dimensiones por su elevado precio.

En primer lugar el vestidor debe estar dotado de una buena iluminación. Si es natural mejor que mejor, y si debemos conformarnos con iluminación artificial esta debe ser suficientemente potente para no dejar ninguna sombra entre nuestros conjuntos. Esta estancia debe ser lo más amplia posible, en primer lugar para que nos permita almacenar nuestra ropa, y en segundo para poder cambiarnos con cierta comodidad. Para ello incluir algún sofa, mesa o silla en el centro puede ser una opción interesante. Su principal función es la del ayudarnos a organizar zapatos, camisas, pantalones, vestidos, complementos y todo tipo de accesorios. El vestidor debe contemplar diferentes tipos de armarios especificos para cada prenda. Lejos de optar por armarios con puertas correderas o cajones desplegables, resulta más cómodo que la ropa se encuentre directamente expuesta y accesible. De esta forma resultará más sencilla la labor de elección.

Casa de Dorothee Schumacher por Todd Selby.

Srta. Jara (The dressing room of the dreams)