Abrigo verde de Gerard Darel
CRISTINA – EL EXTRAÑO DEL PELO LARGO – BELTER 663 69´
http://www.youtube.com/watch?v=4-wKDops1qw
Betty Draper, frialdad y elegancia
Betty Draper recuerda a una porcelana vivificada durante las dos primeras temporadas de Mad Men. Es una rubia hitchcockiana: elegante, bonita y recatada. Hitchcock podría decir de Betty: “El tipo de rubia fría. Frialdad aparente, porque en el momento en que se pone en acción todas las barreras se rompen”. El cine según Hitchcock de Truffaut.
Srta. Jara (Betty Draper, frialdad y elegancia)
Botas de Miuccia Prada
Este diseño de estética años 70, está fabricado en piel y elástico.
Srta. Jara (Botas de Miuccia Prada)
La Confianza, la tienda de ultramarinos más antigua del mundo, Huesca
En La Confianza una tienda de ultramarinos maravillosa en Huesca, los frescos del techo, de León Abadías, están inspirados en el comercio internacional de sedas del siglo XVIII. En 1871 el francés Hilario Vallier inauguró esta boutique como una mercería. Pero con la posguerra se transformó en el local que hoy se conoce y que se considera la tienda de ultramarinos más antigua del mundo.
Además todos sus productos son de primera calidad, buenísimos!.
Pic: Antonio Samper para s moda.
Srta. Jara (La Confianza, la tienda de ultramarinos más antigua del mundo, Huesca)
Book: Sleeping With The Enemy: Coco Chanel’s Secret War
Bolso con flores de Prada
Diana Vreeland, la mejor editora de moda de todos los tiempos
Marisa Berenson con su amiga y mentora Diana Vreeland
En el fondo, todo el mundo aspira a ser Diana Vreeland (París, 1903-Nueva York, 1989), y tal vez por eso la figura de la editora estadounidense está más de actualidad que nunca. El documental The eye has to travel, (traducido como Diana Vreeland: La mirada educada),es el penúltimo intento de desentrañar el misterio de una personalidad fundamental para la moda del siglo XX. Un esfuerzo que no han logrado antes los incontables perfiles y biografías publicadas. Ni siquiera la suya propia.
Diana Vreeland fue editora de moda de Harper’s Bazaar entre 1936 y 1962 y directora de Vogue de 1962 a 1971. Pero eso no da idea de su trascendencia. Original y fantasiosa, sentó las bases de un cargo que hoy suscita respeto por su capacidad de influencia y poder, pero que nadie ejerce como ella. Convirtió las revistas de moda en un espectáculo en lugar de una guía de consejos. Diana comprendió que la moda es un arte como otro cualquiera y que para ello hay que salirse de lo establecido, de lo supuestamente “correcto” imaginando los sueños más eróticos, salvajes, divertidos para crear algo único jamás visto. Ella descubrió a las primeras It girls de la época: Eddie Sedwigck y Twiggy; así como apadrinó a Andy Warhol influenciando enormemente el nacimiento del Pop art. Diana fue la primera editora que se convirtió en toda un personalidad, se hizo íntima amiga y confidente de estrellas del pop, del arte, de la moda, del cine y de la poítica. Su extravagancia acabó por pasarle factura varias veces.
Con la llegada de los años setenta, debido a los gastos –tan extraordinarios como su imaginación– y a una nueva consumidora,Vogue despidió a Vreeland. Fue remplazada por su asistente, Grace Mirabella, quien pintó de beis su oficina roja. Ella se reinventó en un último personaje. Entre 1972 y 1989 fue consultora del Costume Institute del museo Metropolitano y organizó exposiciones que atrajeron un número insólito de visitantes. También en eso le ha tomado el testigo Anna Wintour, actual directora de Vogue.
Srta. Jara (Diana Vreeland, la mejor editora de moda de todos los tiempos)












