Srta. Jara Modern Living

Audrey 20 años después de su muerte, sigue viva como icono de elegancia y sofisticación


“No soy hermosa. Mi madre una vez me llamó patito feo. Pero, separando las cosas, tengo algunas buenas características”, llegó a decir Audrey Hepburn, considerada por muchos como el rostro más bello de la historia del cine. Alejada del escándalo y de la frivolidad hollywoodiense, Edda Kathleen Van Heemstra Hepburn-Ruston, conocida como Audrey, fue una actriz diferente, inusualmente flaca y tímida, sofisticada, discreta, espontánea, de inmensa sonrisa y fragilidad casi intangible.

Cuesta pensar que una de las mujeres más adoradas por el público durante generaciones tuviera tan mala suerte en el amor. Audrey Hepburn, heroína romántica en la pantalla de cuya desaparición se cumplen hoy 20 años, tuvo una vida llena de carencias afectivas que solo suplió, finalmente, como embajadora de Unicef.

Cinco nominaciones al Óscar… y cinco abortos. Dos estatuillas… y dos matrimonios fallidos. Audrey Hepburn activó en la audiencia algo que ella echó de menos desde niña: el cariño y la adoración. Abandonada por su padre y con una madre incapaz de transmitir el cariño, forjó una inseguridad que le hacía hidrofóbica o le provocó el llanto cuando vio que no habían respetado su voz en las canciones de My Fair Lady.

Pasó a la historia como la quintaesencia del glamour; se convirtió en el icono por excelencia de la elegancia y la sofisticación, encandiló al mundo con la imagen de tímida fragilidad que irradiaba su serena y singular belleza.

Srta. Jara (Audrey 20 años después de su muerte, sigue viva como icono de elegancia y sofisticación)

Publicado en Style icon (156) | Comentarios.

Dejar un comentario